Seguimos trabajando con nuestro proyecto, y qué mejor manera de motivarnos que convirtiéndonos nosotros mismos en Piratas. Nos pusimos manos a la obra y éste fue el resultado.
A raiz de esta historia, mis peques decidieron que esta vez no pegaríamos a la señorita b en el mural de Letrilandia, sino en el barco pirata, y como no, cayéndose al agua. Como seguimos conociendo nuevas letras, un día llegó a nuestro buzón la letra "b", y como de costumbre, leímos su cuento correspondiente. Se trata de una chica muy presumida que siempre lleva tacones y un día decidió ir a dar un paseo en barca cuando de repente se desató una tormenta. Afortunadamente un barco pasaba por allí, y cuando se puso en pie para hacerles señales, como llevaba tacones perdió el equilibrio y se cayó al agua, rescatándola finalmente.
Lo mismo sucedió con unos animales que llegaron a nuestro buzón a los pocos días. La encargada del día, Saínza lo abrío para ver lo que allí se encontraba. Había muchos animales que habitan en el mar.